La función de un antivirus es proteger al sistema de amenazas, eliminando o limitando el acceso a contenido sospechoso que pueda infectar a nuestro equipo.
Un virus de computadora no suele ser un problema demasiado grande, a veces se trata de algo que solo dificulta el uso del dispositivo, simplemente una molestia. Hay amenazas mucho más peligrosas, capaces de robar información de valor para usarla con intenciones maliciosas, como tus contraseñas o los datos de tus cuentas bancarias.
¿Crees que tu computadora está protegida? ¿Cómo saber si tu compu está infectada? ¿Realmente debiste desinstalar el antivirus que venía cuando la compraste? ¿Vale la pena pagar por uno?
Trataremos de aclarar tus dudas en éste artículo.
Empecemos por lo básico: ¿Cómo saber si tenemos un virus?
Pensar que nuestra computadora tiene un virus es una idea preocupante, pero la realidad es que muchos son inofensivos para nuestra seguridad, como los que llenan el navegador de anuncios y extensiones innecesarias o los que ocultan archivos; pero hay malware mucho más peligroso, capaz de obtener nuestra información personal, bloquear nuestro equipo como método de extorsión o directamente hacer que deje de funcionar.
Un virus informático es un problema que nos puede salir muy caro, por eso es conveniente tomar precauciones y fijarse en las señales.
Los síntomas
Cuando un virus está realizando acciones en el equipo, por lo general su actividad se verá reflejada en pequeños detalles como:
Lentitud: Algunos virus pueden consumir recursos adicionales del equipo que afectan el rendimiento.
Programas no funcionales: Puede que no sea posible iniciarlos o que presenten problemas que antes no ocurrían.
Antivirus inhabilitado: Algunos malware alteran las configuraciones del equipo para desactivar o eliminar un antivirus.
Contenido no deseado: Ventanas emergentes que contienen advertencias dudosas o anuncios, incluso pueden aparecer programas que no habíamos instalado.
La conexión a internet es lenta e inconsistente: Ya sea por los cambios en la configuración o que el virus está realizando procesos que ocupan el ancho de banda de la red.
Los tipos de virus
Ya que mencionamos algunas de las características generales que comparten los virus, hablemos de tipos de virus y qué los suele delatar:
Adware:
Una clase de virus antiguo que cada vez está menos presente.
Te llena de publicidad, que generalmente te llevará a descargar otros virus.
Suelen ser anuncios pop-ups, que invaden nuestra pantalla por unos segundos, un exceso de correo basura y extensiones nuevas en tu navegador con una función desconocida.
Afortunadamente, es poco probable que te infectes mientras ignores éstos anuncios y te encargues de eliminar o abandonar la fuente del malware.
Spyware:
Un virus que monitorea nuestras acciones en el equipo, recolectando información de lo que hace y enviándola a un destinatario anónimo.
Uno de éstos pone en riesgo toda nuestra privacidad, y es especialmente peligroso cuando manejamos información importante como cuentas personales y tarjetas bancarias.
Troyano:
Es de lo más preocupante, pues esta clase de malware puede darle el control del equipo a otro usuario, éste puede utilizar la computadora para lo que desee, desde robar información, instalar otros virus, incluso dejar el sistema en un estado inoperativo. Si notamos un comportamiento extraño en nuestro equipo, como archivos nuevos y otros que desaparecen, o vemos que se ejecutan acciones con las que no estamos familiarizados, entonces puede que estemos infectados.
Para evitar una infección hay que tener cuidado con los sitios que visitamos, los archivos que abrimos y los programas que instalamos.
Ransomware:
Otro gran peligro que nadie quiere experimentar. Se trata de un virus capaz de bloquear el acceso a los archivos, amenazando con eliminar todo el contenido de la computadora y de otros dispositivos conectados a la misma red, si no se realiza un pago por el "rescate". Es quizá el peor de los casos y uno de los más difíciles de enfrentar.
La mejor opción para prevenir éstos peligros es tener las mismas precauciones que con un troyano, y contar con copias de seguridad de nuestros archivos importantes.
Ah, entonces se debería invertir en un antivirus…
Sí… y no. Se trata de un dilema donde la respuesta cambia de caso a caso. Y eso es lo que buscamos explicar con este artículo.
Por ejemplo, hay personas que se benefician de la capa de seguridad adicional, especialmente cuando quieren proteger información delicada; también podría ser de utilidad para equipos que son utilizados por diversas personas, como en un café internet, donde cualquiera puede infectar una compu sin darse cuenta y crear un pequeño caos en toda la red.
Por otro lado, hay personas que no le encuentran mucha utilidad a estos productos, incluso los señalan de molestos para realizar sus actividades, asegurando que un antivirus consume muchos recursos y afecta al rendimiento general del equipo.
Entonces ¿qué procede?
Hay que entender que estos inconvenientes no son consecuencia exclusiva de un virus, es posible que otros factores sean el origen de los problemas. Por lo que no hay que entrar en pánico, solo tomar precauciones:
Remover del equipo software instalado recientemente
Utilizar un antivirus para escanear el equipo en busca de amenazas
Realizar una copia de seguridad de archivos importantes
Mantener nuestro software actualizado